La ronda de consultas ha terminado: ¿elecciones a la vista?

Las dos últimas reuniones de la ronda de consultas que tenía pendiente el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez y candidato a seguir  en la Moncloa ya se han realizado en la mañana de este viernes de puente del Pilar: la penúltima con EH Bildu y sus representantes, la diputada Mertxe Aizpurua y el senador Gorka Elejabarrieta. El encuentro ha sido calificada por los  abertzales como un hecho histórico. Con una  duración de una hora   los representantes de EH Bildu le han confirmado que le darán su apoyo. Lo que significa que Pedro Sánchez puede dormir tranquilo porque al menos ya sabe la postura de ellos.

La última reunión ha sido con la portavoz de Junts, Mirian Nogueras, que con su característico gesto facial de estar permanentemente cabreada saludaba no con demasiada alegría a Pedro Sánchez y a Sánchez Cerdán, secretario de organización del PSOE, y una de las personas que está en la cocina de las negociaciones. Hora y media estuvieron reunidos sin que la misma haya servido para amarrar los siete votos, que aún están en el aire de Bruselas. ¿Querrán que el presidente hable telefónicamente con Puigdemont y además que se sepa? Es un gesto que está esperando el huido. Y a lo que no puede acceder el candidato.

Nogueras llevaba la lección aprendida y no se ha salido del guión que le había escrito su jefe. Al término de la misma, en comparecencia, sin preguntas, ante los medios de comunicación, la portavoz independentista- por cierto, hablando sólo en catalán – comentaba: “No estamos aquí ni para escuchar ni para hacer lo que se ha hecho en los últimos 4 años, porque todos sabemos y se ha constatado que no ha funcionado.Tampoco veníamos aquí para escuchar las condiciones del PSOE para que Junts dé su apoyo. De hecho, hemos venido a hacer todo lo contrario”. Y una vez más ha vuelto a exhibir hermetismo: "Seremos cuidadosos y seguiremos la línea que marca el partido y la que seguimos hace semanas”.

Nogueras ha manifestado que se está en un momento muy importante, trascendental, tan trascendental que le hizo entrega, en castellano, del discurso de Puigdemont del pasado 5 de septiembre. Es la liturgia que escenifican como nadie. Mientras, el PSOE que eludió comparecer, para no complicarse la vida ante las preguntas de los malvados periodistas, ha enviado una nota de prensa en la que vuelve a recordar que su terreno de juego está en lo que marca la Constitución.

El broche final de las reuniones con los grupos ha sido agrio para Pedro Sánchez, al menos aparentemente. Eso supone, como vengo apuntando, que Puigdemont tiene la sartén por el mango y quiere aprovecharse al máximo, con una carta a los Reyes Magos con la que espera que se cumplan sus deseos - ¿ilusiones?-. Lo malo de esta comedia es que con el trato especial que el candidato Sánchez está prestando a Junts ha incomodado a sus otros socios, a los que no ha conseguido que le confirmen su apoyo aún su apoyo a la investidura. Estos son PNV, ERC, BNG y una parte de Sumar, la de Podemos, que le está plantando cara a Yolanda Díaz por el ninguneo del que está siendo objeto y porque Montero quiere seguir siendo ministra.

Con este panorama, al menos aparentemente, la situación se complica para conseguir los votos necesarios. Así que no es de extrañar que la aún presidenta del Congreso, Francina Armengol, no haya fijado la fecha para comenzar la sesión de investidura de Pedro Sánchez. No lo tienen fácil los socialistas, están metidos de lleno en una encrucijada en la que la única salida, si quieren ser honestos, es convocar elecciones. Decía Miguel de Unamuno que “a veces, callar es mentir. Ganarás porque tienes suficiente fuerza bruta. Pero no convencerás. Para convencer tienes que persuadir. Y para persuadir, necesitarías lo que te falta: Razón y Derecho”.